Instrucciones para cerrar la puerta de una casa
Hay diferentes formas de cerrar una puerta. Todo depende si estamos entrando o saliendo, si estamos de buen humor o enojados, si queremos dar una sorpresa o si queremos que se den cuenta que cerramos. En todas, el proceso es más o menos el mismo, lo que cambia es la intensidad del movimiento.
Lo primero que hay que hacer, es chequear que la puerta esté abierta. Luego, hay que tomar la manija o picaporte, una protuberancia fácil de detectar, suele tener forma de ele o redondeada. Suelen ser de aluminio, pero podemos encontrarlos de madera o plástico.
El picaporte se toma con la mano derecha, si somos zurdos, y con la izquierda, si somos diestros.
Luego, hay que arrimar la puerta en la dirección opuesta a la que se encontraba, hasta golpear con el marco, quedando completamente encastrada.
Una vez que nos aseguramos que la puerta está bien fija y que no se mueve, con la mano que tenemos libre buscamos la llave, y cuando la encontramos, tratamos de embocarla en el orificio que tiene el nombre de cerradura, que se encuentra por debajo del picaporte.
Al introducir la llave, lo que tenemos que hacer es girarla hacia la derecha, una o dos veces, cada puerta tiene un sistema diferente, tres ya sería demasiado. Igualmente, la misma cerradura nos va a avisar cuando ya no se necesita dar más vueltas. Un elemento importante a considerar es el ruido, si al girar la llave escuchamos un ruido, es que estamos haciendo lo correcto.
Una vez que la cerradura ya nos avisó que se cumplieron la cantidad de vueltas permitidas, hay que dar una media vuelta hacia el lado contrario y extraer la llave.
La mano que estaba en el picaporte va a ahora a mover la puerta hacia adelante y hacia atrás, para comprobar que la puerta está correctamente cerrada.
Si al cerrar la puerta nos entra la duda si dejamos una luz prendida, la ventana abierta, o la planchita del pelo enchufada el procedimiento se repite, haciendo todos los movimientos a la inversa y luego al reverso.